Todos los buques mantendrán en todo momento una eficaz vigilancia visual y auditiva, utilizando asimismo todos los medios disponibles que sean apropiados a las circunstancias y condiciones del momento, para evaluar plenamente la situación y el riesgo de abordaje.
La observación de lo que nos rodea mientras navegamos es nuestra principal ayuda contra los incidentes marítimos. No sólo se trata de de vigilar el horizonte, la regla también incluye controlar los dispositivos de la embarcación (luces, sonda, piloto automático…) De igual manera que al estar fondeado tenemos que controlar la posición y el estado de la cadena ante un posible garreo.
El uso del radar nunca sustituirá la vigilancia visual pero será su mejor apoyo, al igual que controlar los demás barcos con el SIA.
